Descansar bien durante la noche es tan importante como llevar una alimentación equilibrada o realizar ejercicio con regularidad. Aunque muchas personas solo piensan en los hábitos de sueño o en terapias de relajación, no siempre se da la debida relevancia a los factores físicos que pueden condicionar el descanso. El ronquido y la apnea obstructiva del sueño, por ejemplo, son dos alteraciones que pueden afectar de manera notable la calidad de vida, provocando falta de concentración, cambios de humor o cansancio diurno. Además, en casos prolongados, existe un mayor riesgo de sufrir hipertensión o problemas cardiovasculares.
Tradicionalmente, los tratamientos para la apnea se relacionaban con la adopción de un estilo de vida más saludable, el uso de dispositivos de presión positiva (CPAP) o incluso la cirugía. Sin embargo, en los últimos años, la intervención de profesionales dentales en este ámbito se ha incrementado de forma progresiva. Los avances en la medicina dental del sueño señalan que realizar ajustes en la posición de la mandíbula, la alineación de los dientes o en la forma de las estructuras bucales puede tener un impacto muy significativo en la permeabilidad de las vías respiratorias. De esta forma, se abren líneas de tratamiento que no son invasivas y que, en muchos casos, ofrecen un alivio efectivo sin la incomodidad asociada a otros sistemas.
Entendiendo el ronquido y la apnea obstructiva del sueño
El ronquido es un sonido que aparece cuando el aire circula a través de tejidos relajados en la garganta, provocando vibraciones. Aunque se vincula a factores como el sobrepeso o la posición al dormir, no debe considerarse una mera molestia sin repercusiones. Estudios recientes, como el descrito en este artículo, destacan que, en ocasiones, el ronquido es un síntoma de algo más complejo, por ejemplo, la apnea obstructiva del sueño (AOS). Esta patología se caracteriza por episodios repetidos de interrupción del aire en las vías respiratorias.
Las pausas pueden ser parciales (hipoapneas) o completas (apneas), reduciendo de manera contundente el oxígeno en sangre y generando microdespertares que el paciente no siempre percibe. Sin tratamiento, la AOS incrementa el riesgo de sufrir trastornos cardiacos, hipertensión arterial y diabetes tipo 2, además de conllevar un notable cansancio durante la jornada. La persona siente la necesidad de dormir siestas o puede tener problemas de concentración, afectando su desempeño laboral y familiar.
De la asociación entre el mundo odontológico y la medicina del sueño surge la posibilidad de utilizar férulas o dispositivos de avance mandibular, encaminados a facilitar la apertura de las vías aéreas. Estas opciones, asociadas a otras intervenciones médicas, ofrecen una vía concreta para reducir el ronquido y la apnea, liberando la musculatura y mejorando la entrada de aire. Así, se da un paso hacia delante en la lucha contra los trastornos que perjudican la salud general y la vida en comunidad.
El papel de la odontología en la mejora del descanso nocturno
El dentista, tradicionalmente asociado a la salud de dientes y encías, ha ampliado su campo de acción en relación a los trastornos del sueño. La disposición de dispositivos como las férulas de avance mandibular (DAM) y la familiaridad con la anatomía bucal capacitan a los odontólogos para aportar soluciones específicas frente a problemas de ronquido y apnea leve o moderada. Este rol se ve refrendado por un creciente número de personas que acuden a consultas dentales buscando métodos cómodos y menos invasivos que las máscaras de presión positiva (CPAP).
En el plano práctico, el especialista valora la estructura mandibular y la posición de la lengua para determinar la conveniencia de un dispositivo. La finalidad es impedir que los tejidos de la garganta colapsen durante el descanso, un factor clave para atajar el bloqueo de la vía aérea. El profesional supervisa su adaptación y comprueba, a lo largo de sucesivas revisiones, la efectividad en la reducción de los ronquidos y de los eventos de apnea.
Desde la perspectiva de profesionales con una trayectoria de varias décadas dedicados a la salud bucal, se enfatiza la necesidad de seguir al paciente de modo continuado. Desde Clínica Dental Garriga han diseñado tratamientos personalizados basados en su amplia experiencia e infraestructura de última generación, garantizando un entorno confiable y resolutivo. Este cuidado engloba desde la revisión de la mordida y la oclusión, hasta la conveniencia de mantener la cavidad oral libre de complicaciones.
Dispositivos de avance mandibular: una alternativa efectiva
Cuando el origen del ronquido o de la apnea obstructiva del sueño radica en la posición de la mandíbula y la relajación de los tejidos blandos, los dispositivos de avance mandibular (DAM) ofrecen una vía terapéutica concreta. Estos aparatos, elaborados a medida, acomodan la dentadura de forma que la mandíbula quede ligeramente adelantada durante la noche, impidiendo que la lengua y el paladar blando obstruyan el paso del aire. A diferencia de otros métodos más invasivos, el DAM se ajusta con precisión a la anatomía de cada persona, resultando razonablemente cómodo.
Estudios clínicos revelan que, en apnea leve o moderada, el uso de estos aparatos puede reducir de forma drástica las interrupciones respiratorias. Con ello, mejora la saturación de oxígeno en sangre y se reducen los episodios de microdespertar, que tanto afectan a la frescura matinal. Además, a menudo se aprecia una disminución notable del ronquido, favoreciendo el descanso del propio paciente y de sus familiares.
La fabricación de un DAM requiere de impresiones de la boca y, en algunos casos, análisis radiológicos para valorar la posición de la articulación temporomandibular. Es fundamental que el desarrollo de la férula contemple la mordida inicial y no comprometa el equilibrio de la oclusión en el largo plazo. Por esa razón, se insiste en la supervisión de un especialista con formación en medicina del sueño y experiencia en prótesis o ortodoncia, que evalúe la progresión y supervise los ajustes periódicos.
Factores de estilo de vida y apoyos complementarios
En la batalla contra la apnea y el ronquido, la solución no se reduce únicamente al uso de un dispositivo intraoral. Los especialistas abogan por un enfoque integral que atienda otros factores desencadenantes, como el sobrepeso, la postura al dormir o el consumo de tabaco y alcohol. La obesidad, en particular, incrementa la probabilidad de obstrucciones nocturnas, ya que el exceso de tejido graso en la zona cervical dificulta la entrada de aire. Perder algo de peso y reforzar la musculatura del cuello puede aminorar los eventos de apnea y potenciar la efectividad de los dispositivos de avance mandibular.
Desde la perspectiva odontológica, las revisiones programadas permiten evaluar si persisten ajustes que puedan mejorar la comodidad del dispositivo intraoral y detectar alteraciones como el bruxismo o la maloclusión, que a veces se relacionan con la apnea. Asimismo, la práctica de ejercicios mandibulares o de musculatura bucal puede integrarse como parte de un programa de rehabilitación, consolidando los avances y evitando recaídas en el patrón de colapso. El abordaje colaborativo, en el que dentistas, médicos especialistas en trastornos del sueño y profesionales de la salud respiratoria trabajen juntos, marca la diferencia.
Experiencia profesional y tecnología al servicio del descanso
La apnea obstructiva y el ronquido no solo se concentran en la población adulta: en niños con hipertrofia de amígdalas o anomalías en la mordida también pueden darse episodios de obstrucción respiratoria. En tales situaciones, el diagnóstico precoz evita que el menor sufra problemas de crecimiento, alteraciones de conducta o un bajo rendimiento escolar. El papel del odontopediatra y del otorrinolaringólogo se hace decisivo para diseñar un plan de tratamiento adaptado a la anatomía infantil.
La tecnología también ha influido en la monitorización de los resultados. Hay aplicaciones y dispositivos portátiles que miden la calidad del sueño, el nivel de oxígeno en sangre o la presencia de ronquidos. Al cruzar estos datos con la información clínica, se logra un seguimiento más detallado que refina la estrategia terapéutica. Así, se constata si la férula está respondiendo como se esperaba o si persisten brechas que afectan al descanso.
Para muchos profesionales de la salud bucal con años de experiencia, la misión de integrar tecnología de vanguardia con un enfoque humano y cercano se ha convertido en una prioridad. Los pacientes, por su parte, agradecen la posibilidad de recibir un tratamiento mínimamente invasivo, con un equipo que domine los avances más recientes y cuide cada detalle.
Perspectivas de futuro en la terapia del ronquido y la apnea
Los estudios en torno al ronquido y la apnea muestran que, a largo plazo, la combinación de cambios en el estilo de vida con soluciones odontológicas especializadas ofrece resultados sólidos. La apnea del sueño no necesariamente equivale a un uso vitalicio de aparatos, en muchos casos basta con mantener un peso saludable, mejorar la higiene del sueño y adoptar férulas que, de forma progresiva, corrigen la posición mandibular. En casos severos, la aplicación de la CPAP puede complementarse con dispositivos intraorales para un control integral de la enfermedad.
El futuro de esta disciplina pasa por perfeccionar las férulas y aparatos, haciéndolos todavía más ergonómicos, y por avanzar en el control digital del descanso. Cada vez se ven más iniciativas que integran sensores en los dispositivos dentales para medir la calidad de la respiración. Es probable que en los próximos años la convergencia entre tecnología y odontología produzca soluciones aún más fáciles de usar, capaces de adecuarse a la fisonomía particular de cada persona.