La mayoría de nosotros tenemos nuestro hogar como nuestro refugio personal de todo lo que puede atacarnos o dañarnos en el exterior; de hecho, muchas personas se han aislado tanto del mundo exterior por miedo, que han establecido todo su mundo dentro de su hogar, desarrollando fobias como la agorafobia o el miedo a socializar por temor de salir de su zona segura.
Y es que, exceptuando algunas situaciones extremas como las que hemos mencionado anteriormente, a todos nos gusta sentirnos protegidos en casa ¿verdad? Ya que es el lugar en el que pensamos que estamos libres de enfermedades, de peligros y de todo lo malo. Sin embargo, y por desgracia, si no cuidamos bien este espacio podemos experimentar situaciones en las que el peligro nos ataque desde dentro más que desde fuera.
Este tipo de situaciones suele hacer referencia a hogares descuidados, sucios y con malos hábitos, en las cuales las personas podemos desarrollar alergias, enfermedades y otras dolencias de las que no podemos cuidarnos adecuadamente ¡puesto que vivimos con ellas!
En este artículo vamos a nombrar estas situaciones y también vamos a abordar las soluciones existentes para cada una de ellas. Es importante destacar que este tipo de situaciones suelen agravarse en términos de dejadez extrema, y por ello no debemos alarmarnos ni obsesionarnos porque tengamos algún pequeño problemilla relacionado.
¡Empezamos!
Cuando la casa no está cuidada ¡vienen los problemas!
En una casa pueden surgir variedad de peligros: podemos enfrentarnos a peligro de incendio si nuestro sistema de cableado eléctrico está anticuado o defectuoso. También podemos sufrir riesgo de derrumbamiento si nuestro techo no se encuentra en buen estado y viene un temporal; si nos ponemos a nombrar, existen un montón de peligros que pueden hacer peligrar nuestra salud y nuestra propia vida.
Sin embargo, este tipo de problemas suelen tener un aspecto problemático más que evidente, y está en nuestra mano tomar la decisión de cuidar nuestra salud y arreglarlo o no. De forma contraria, existen otros peligros que acechan en nuestro hogar y que pueden normalizarse de mala manera, dando como resultado problemas de salud internos que pueden dañar nuestro sistema de formas muy peligrosas.
Entre ellos, encontramos:
- Humedad.
Un pequeño problema de humedad no debería ser motivo de preocupación, ya que éste puede ser arreglado pintando o pasando un trapo con lejía.
Sin embargo, la humedad excesiva en el hogar puede promover el crecimiento de moho y hongos, lo que puede desencadenar problemas respiratorios como alergias y asma. Además, puede contribuir a la proliferación de ácaros del polvo, que también son desencadenantes comunes de alergias y problemas respiratorios.
Si queremos poner fin a este problema, es importante que usemos algunas de estas soluciones:
- Utiliza deshumidificadores para reducir la humedad en el aire y prevenir la formación de moho y hongos.
- Ventila adecuadamente las habitaciones húmedas, como baños y cocinas, utilizando extractores de aire o abriendo ventanas.
- Repara cualquier fuga de agua en tuberías o grifos para evitar la acumulación de humedad.
- Limpia con frecuencia las superficies propensas a la humedad, como azulejos de baño y paredes de ducha, para evitar la formación de moho.
Recuerda que, si este problema está afectando a tu hogar, también lo hará con tu salud ¡no lo dejes!
- Plagas
La mayoría de nosotros tenemos nuestro hogar como nuestro refugio personal de todo lo que puede atacarnos o dañarnos en el exterior; de hecho, muchas personas se han aislado tanto del mundo exterior por miedo, que han establecido todo su mundo dentro de su hogar, desarrollando fobias como la agorafobia o el miedo a socializar por temor de salir de su zona segura.
Como conocen los expertos de CONTROL PLAG, S.L, las plagas como cucarachas, ratones y mosquitos pueden transmitir enfermedades y contaminar los alimentos.
Las cucarachas, pueden transportar bacterias como Salmonella y E. coli, las cuales pueden causar enfermedades gastrointestinales. Además, las picaduras de mosquitos pueden transmitir enfermedades como el virus del Zika, el dengue y la malaria.
Si sospechas que tienes una plaga en casa, o buscas prevenir este problema te recomendamos lo siguiente:
- Sella todas las grietas y hendiduras en paredes, techos y suelos para evitar la entrada de plagas.
- Mantén la cocina y las zonas de almacenamiento de alimentos limpias y ordenadas para evitar atraer plagas.
- Guarda la comida en recipientes herméticos para evitar que las plagas accedan a ellos.
Asimismo, si piensas que la situación es demasiado grave o sientes que no tienes ningún control sobre ella, considera contratar los servicios de un profesional de control de plagas; en algunos casos, es la mejor decisión que puedes tomar.
- Falta de limpieza.
La falta de limpieza en casa puede dar como dar como resultado la acumulación de polvo, suciedad y gérmenes, lo que puede aumentar el riesgo de sufrir infecciones y enfermedades. Los gérmenes pueden propagarse fácilmente a través de las superficies sucias y contaminar alimentos y espacios de preparación de alimentos, lo que aumenta el riesgo de intoxicaciones alimentarias y enfermedades transmitidas por alimentos.
Para evitar este problema, lo mejor que puedes hacer es llevar una rutina de limpieza estricta. Siempre que vayas a cocinar, desinfecta antes y después. No dejes trozos de comida en ninguna parte, limpia el suelo y guarda la comida en recipientes herméticos.
De igual forma, el cuarto de baño y el resto de habitaciones deben estar correctamente desinfectadas; te recomendamos dejar los zapatos de la calle en la entrada y usar zapatillas para andar por casa, así como también te aconsejamos limpiar el baño al menos 1 vez a la semana y cambiar las sábanas de tu cama con frecuencia.
- Comida caducada.
Por último, es importante que sepas que comer alimentos caducados o en mal estado puede provocar intoxicaciones alimentarias y enfermedades gastrointestinales.
Esto es peligroso, dado que los alimentos caducados pueden contener bacterias como Salmonella, Listeria y E. coli, que pueden causar síntomas como náuseas, vómitos, diarrea y fiebre. Además, algunos alimentos pueden desarrollar toxinas nocivas con el tiempo, lo que puede causar enfermedades graves si se consumen.
Para evitar este problema fíjate siempre en la fecha de caducidad y la forma de conservación que presenta cada alimento; en el envase te suele venir la información necesaria para poder prevenir estos problemas. Asimismo, no mantengas en la nevera por más de 3 días comida en un recipiente que hayas preparado tú mismo o que hayas tenido que descongelar, ni dejes comida en la nevera sin tapar, puesto que puede contaminar otros alimentos.