Cinco lugares de África para visitar.

África.

Nos gusta visitar lugares exóticos, pero el precio nos tira para atrás. África reúne los dos requisitos. Un continente que alberga una gran riqueza natural y cultural, a unos precios realmente económicos. Te presentamos en este artículo cinco lugares de África que vale la pena conocer.

Catorce kilómetros separan Punta Tarifa, en Cádiz, uno de los puntos más al sur de Europa, del continente africano. Una distancia pequeña que, en cierto modo, parece abismal. Dos realidades sociales diferentes. Es como si viajaras a un lugar radicalmente distinto del que vivimos.

A África se le suele catalogar como el continente salvaje, por la fuerte presencia del espacio natural. Más que un lugar, es un conjunto de sitios auténticos. Poco tiene que ver el desierto del Sahara, con la selva centroafricana o con las islas del Océano Índico. En todos estos lugares se aprecia una simbiosis entre el hombre y la naturaleza, un respeto por el entorno. Algo que no hemos sabido instaurar en otras partes del planeta.

Visitar África es regresar a nuestros orígenes. El antropólogo Richard Leakey descubrió en 1967 el primer fósil de Homo sapiens en el sur de Etiopía. Un esqueleto que en su momento se cifró en 198.000 años de antigüedad. Recientes estudios antropólogos señalan que su procedencia pudiera ser más antigua, unos 230.000 años. Al parecer, el Homo sapiens es fruto de la mezcla de varias especies de homínidos procedentes del centro y este del continente. El origen del ser humano se encuentra en África y, probablemente, fuera negro. África concentra miles de años de civilización.

Estos son 5 lugares especiales para empezar a conocer el continente africano.

Serengueti (Tanzania).

Realizar un safari por el parque nacional del Serengueti es una de las opciones más elegidas por los turistas para conocer África. Un espacio de 30.000 Kilómetros cuadrados que alberga diferentes ecosistemas: El desierto, la sabana y la selva tropical a los pies del Kilimanjaro, el volcán que representa el punto más alto de África, con sus 5.893 metros de altitud.

Los operadores turísticos de Trip to Help, una agencia de viajes que organiza distintas experiencias turísticas por Tanzania, señalan que efectuar un viaje por la zona representa una aventura turística especial. Una actividad respetuosa con el entorno natural y con las comunidades humanas que lo habitan.

Atravesar el Serengueti nos permite observar a las especies animales en su hábitat natural, en estado salvaje. Contemplar a los rebaños de ñus atravesando el desierto en busca de agua. Ver a las jirafas y las cebras alimentándose de árboles y matorrales presentes en la sabana. Contemplar la migración de manadas de elefantes en las praderas que bordean la selva. Avistar, más o menos de cerca, depredadores como leones y leopardos.

Durante siglos, el Serengueti fue un espacio escasamente habitado por el hombre. Son las tribus Masái las que se aventuran a introducirse en el desierto a principios del siglo XIX para buscar prados en los que alimentar a sus rebaños de cabras. Hoy, difuminados por la zona, podemos encontrar diferentes asentamientos de tribus autóctonas y entrar en contacto con ellas. El gobierno de Tanzania permite la visita y comercio con las comunidades locales para fomentar su desarrollo económico. Una oportunidad única para conocer otras culturas y adquirir objetos de auténtica artesanía africana.

Marrakech (Marruecos).

Dice la página web de La Sexta que Marruecos es el país más visitado de África. Cada año recibe una media de 50.000 millones de turistas. De entre sus múltiples maravillas, destaca la ciudad de Marrakech, situada a los pies de la cordillera del Atlas.

Marrakech es una de las 4 ciudades imperiales de Marruecos, junto a Mequinez, Fez y Rabat. Durante la edad media fue capital del imperio Almohade y Almorávide, sucesivamente. Su denominación da nombre al país.

Perderse por la Medina, la ciudad vieja, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una experiencia inolvidable. Su laberinto de calles estrechas está plagado de bazares, talleres de artesanos, cafés y restaurantes que sorprenden al turista en cada paso.

En el centro de la Medina encontramos la Plaza Jamaa El Fna, uno de los mercadillos más grandes del mundo. En una explanada de 20.000 metros cuadrados, situado al lado de la mezquita. En la que se van turnando a lo largo de todo el día comerciantes y artistas. Encontramos desde puestos de ropa, hasta faquires y encantadores de serpientes. Al llegar la noche, la plaza se llena de puestos de comida callejera. Parece que el mercado de Marrakech nunca duerme.

Las pirámides de Egipto.

Cuando Napoleón llegó con su ejército hasta los pies de la pirámide de Guiza, dijo a sus hombres: “Desde lo alto de estas pirámides, más de 40 siglos os contemplan.”

Las pirámides de Egipto son de las siete grandes maravillas del mundo, la única que se mantiene en pie. Cada año reciben en torno a 14,7 millones de visitantes. Ubicadas a 32 kilómetros de distancia al sur de El Cairo, en pleno desierto del Sahara, estos monumentos funerarios son la muestra fehaciente de una de las grandes civilizaciones de la antigüedad que contribuyeron a configurar la humanidad tal y como la conocemos actualmente. Rodeadas de simbolismo y leyenda, estos monumentos funerarios fueron levantados por los faraones 2.300 años antes de Cristo, como morada de sus cuerpos antes de pasar al mundo de los muertos.

Cinco milenios después de su construcción, su presencia aún despierta la admiración de los visitantes y sorprende a paleontólogos e historiadores que continúan preguntándose cómo estos edificios fueron construidos y han logrado vencer el paso del tiempo.

Egipto es uno de los destinos fundamentales del turismo cultural. Presenta, al visitante, multitud de claves para conocer nuestra historia. Además de las célebres pirámides de Keops, Kefren y Micerinos, de la esfinge de Giza, del mausoleo del Valle de los Reyes, Egipto nos presenta el museo arqueológico de El Cairo, uno de los más activos e importantes del planeta, o los restos de la Biblioteca de Alejandría, el edificio que albergó el compendio de sabiduría más grande de la antigüedad.

Las islas Seychelles.

Más allá del turismo cultural o de visitar grandes reservas naturales, el continente africano también ofrece alternativas para los amantes del turismo de sol y playa. Entre estas opciones se encuentra el archipiélago de las Islas Seychelles. Uno de los destinos más apreciados internacionalmente en esta categoría.

Situada al nordeste de la isla de Madagascar, enclavado en el océano Índico, conformado por 115 islas y atolones, de las que solo 33 están habitadas, este archipiélago ecuatorial ofrece al visitante un paraíso de extensas playas de arena blanca y aguas azul turquesa.

La web Disfruta Seychelles indica que el archipiélago está dividido en 7 grupos de islas: Las islas graníticas, que son las más grandes y las que concentran la mayor parte de la población, las Carolinas del Norte, las Carolinas del Sur, las Islas Almirantes, las Alphonse, las Islas Aldabra y las Islas Farquhar.

La isla más habitada y también la más grande es la isla de Mahé. En ella se encuentra el aeropuerto internacional y alberga la capital del país, la ciudad de Victoria. Mahé concentra los hoteles más importantes y el 90% de la población del país. Desde allí, en excursiones programadas en barco o en avioneta privada, se puede visitar otras islas.

Junto a las costas encontramos magníficos arrecifes de coral y una variada flora y fauna marina, por lo que las Seychelles son también el destino preferido de muchos amantes del submarinismo. Algunas de sus playas vírgenes son escogidas por grandes especies de tortugas marinas para depositar e incubar sus huevos. Todo un espectáculo de la naturaleza.

Ciudad del Cabo (Sudáfrica).

En el extremo sur del continente nos encontramos Ciudad del Cabo, la segunda ciudad más grande de Sudáfrica y, en cierto modo, su epicentro económico y administrativo. Esta ciudad situada en una gran bahía recibe cada año una media de 1,5 millones de visitantes.

Esta ciudad nos ofrece una visión completamente distinta de África. Un lugar donde su pasado colonial, que se aprecia en el casco antiguo, se combina con la modernidad de los grandes rascacielos. Una actividad que recomiendan los viajeros que han visitado este lugar es el de sobrevolar la ciudad en helicóptero. Impresiona las vistas de esta gran urbe rodeada de espacio natural.

Curiosamente, desde que el partido de Nelson Mandela, el C.N.A., el Congreso Nacional Africano, llegó al gobierno, después de pasar décadas perseguido por luchar contra el Aparheit, el país ha experimentado un crecimiento económico impresionante. Convirtiéndose en una de las potencias económicas emergentes más importantes del planeta. Esto se ha dejado entrever en el crecimiento de la ciudad y en la mejora de la calidad de vida de la población.

Una muestra del potencial que encierra África. La cual, con una gestión independiente, alejada de las antiguas metrópolis europeas y norteamericanas, puede adquirir un peso importante en el mundo y dejar de ser estigmatizada como el continente pobre.

Esto es solo una pequeña muestra de todo lo que África puede ofrecer al turista. Saca el aventurero que llevas dentro y atrévete a descubrir el continente africano.

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